Ayer o Anteayer

5, 6, 7, 8, 9, 10... Uf, estoy que no paro. De esos 10 disparos, seis han dado en su diana. ¿Sabéis? Esto es mejor de lo que creía. La cara del bicho en el papel está agujereada. Creo que ya estoy listo.

Mi Amo se me acercó con paso lento y me miró como si me lo fuera a comer. Lo hubiese hecho de buenas gana pero no me pareció ciertamente correcto en aquel momento de lujuria macropositiva comerme a Mi Amo. Me hace compañía.

Me voy a la cama y, coño! El bicho en la ventana. Ya no me acordaba. Mi Amo me ladra. Le pego una patada en el costillar y se me engancha a la pernera del pijama, que cae de mi cintura a media pierna, a la rodilla. Mi Amo gruñe, muerde y tira. Solo está cogiendo tela y un poco de carne, que hace que me sangre el gemelo que es donde muerde el animal hijo de puta. Un mensaje en el contestador:

--Guillermo, ¿estás en casa? Soy yo -- mi exmujer --, te llamo para decirte que me quiero quedar con Mi Amo.

Mi Amo, al escuchar su nombre, suelta la pierna y lo tiro contra la ventana, pensando que estaba abierta, para que se destroce en la calle con un poco de suerte sobre alguien. La ventana estaba cerrada, Mi Amo me odia, escupe espumarajos por la boca de la furia y viene corriendo hacia mi, que salgo de la habitación precepitadamente, cayéndome sobre el planchero, que estaba abierto fuera y con la plancha encima encendida. La plancha me cae en la espalda y rebota, causándome, además de el golpe inmenso que me deja sin respiración quemaduras en un brazo cuando rueda hasta el suelo me levanto y me doy con la mesa, Uy, me duele más mi estupidez que nada. Voy a la cocina, lleno el fregadero de agua para meter el brazo y cuando me voy a echar agua en la quemadura el agua está ardiendo y me achicharro la mano y al echarla hacia atrás salpico agua por todas partes, mucha, y me corto con uno de los imanes del frigorífico que tiene forma de barco. No sangra, pero escuece. Quiero una galleta. Abro la despensa y saco un paquete. Me como diez, hasta que engollipado me dirijo al frigorífico, estoy descalzo y hay agua en el suelo, de cuando me quemé, por lo que al coger el tirador me da una pequeña descarga que me hace agitar la mano en el aire, cortándome ahora con el bajo de una repisa.

Sangra un poco. No tolero la sangre, me mareo desde chico. Intentando no mirarme la herida voy al botiquín del cuarto de baño de mi cuarto sin acordarme de Mi Amo que me muerde al abrir la puerta en un muslo y empiezo a sangrar mucho. Veo luces delante mía y estoy muy nervioso por la situación, la sangre y el dolor, que es contínuo y desagradable. Mi Amo siempre ha sido amable conmigo y nadie puede ayudarme. Entre todo lo que me ha pasado no me he dado cuenta de que la plancha sigue en el suelo, chisporroteando a causa del agua que la ha salpicado y echando humo. Está demasiado cerca del sofa y puede quemarlo. Le pego una patada y la mando a la puerta de la entrada, lejos de peligro y lejos de mí pero me causo un dolor increíble en el dedo gordo del pie grito y me resbalo junto al sofa, dándome con la cabecera en la barbilla, me muerdo la lengua y siento el peor de todos los dolores, o no?

Entro en el cuarto de baño de invitados para curarme las heridas y al verme en el espejo veo toda las sangre, veo que he salpicado el suelo.Me mareo mucho.Luces en los ojos, punzadas en las retinas que me hacen verlo todo al negativo y muy mal y todo eso. Me apoyo en el lavabo y siento que me caigo, me caigo y lo siguiente que recuerdo es que estoy en mi cama, con mi ex-mujer mirndo a los pies de la cama. Me habla. Me dice que se lleva a Mi Amo y yo la llamo puta. Me da una palmada en la rodilla y un manotazo seco en los huevos, produciéndome un desagradable dolor. Se va, cierra la puerta. La oigo salir de la casa. Pienso seguirla y, por lo menos, convencerla de volver para echar un polvete. Me intento levantar y me destrozo los hombros. Estoy atado a las patas de la cama y el bicho me sonríe desde la ventana. Empiezo a gritar.

Me despierto, desayuno con Mi Amo y me voy a trabajar en metro, donde conozco a una chica de Teruel que echa las cartas.

Mis sueños son la polla.

Adeu.